Bioseguridad integral: clave para enfrentar los desafíos de la producción porcina

La producción porcina enfrenta constantes desafíos en términos de sanidad y control de enfermedades, siendo la bioseguridad un factor crucial para proteger la salud animal y garantizar la rentabilidad del sector. Durante una reciente sesión técnica, se destacó la importancia de un enfoque integral de bioseguridad que combine la prevención, la contención y el manejo eficiente de riesgos, conceptos resumidos en las "3B": Bioexclusión, Biocontención y Biomanejo.

La integralidad como base de la bioseguridad

La bioseguridad no debe considerarse solo como un conjunto de protocolos internos, sino como un sistema integral que incluye factores externos e internos. Esto implica identificar los microorganismos presentes en la región y en las instalaciones, comprender su dinámica ambiental y diseñar estrategias que aborden todos los vectores de transmisión, como el agua, los alimentos, los vehículos y el personal.

1. Bioexclusión

Evitar la entrada de desafíos a las instalaciones es el primer paso. Esto incluye el control de vectores externos, como vehículos de transporte, agua y alimentos. Por ejemplo, un manejo adecuado del alimento y el monitoreo de la calidad del agua pueden prevenir la introducción de patógenos.

2. Biocontención

La biocontención busca evitar que un desafío presente dentro de la granja se propague. Esto incluye prácticas como la desinfección de herramientas y vehículos, el uso de duchas y arcos de desinfección, y la limpieza profunda de áreas contaminadas. El incumplimiento de estas medidas puede generar el "efecto boomerang", donde los desafíos regresan desde instalaciones cercanas o incluso desde otras granjas propias.

3. Biomanejo

Si un desafío logra entrar, el biomanejo se centra en limitar su impacto y evitar que colonice toda la producción. Este enfoque requiere un entendimiento profundo de la biología de los microorganismos involucrados, así como del ambiente en el que se desarrollan. La capacitación del personal juega un papel crucial para garantizar que los procedimientos sean comprendidos y aplicados correctamente.

El papel del personal y la trazabilidad

Un aspecto fundamental de la bioseguridad es la capacitación del personal. Los operarios deben ser conscientes de su papel como potenciales vectores y de la importancia de cumplir con los protocolos. La trazabilidad digital también se presenta como una herramienta indispensable para monitorear movimientos y decisiones, lo que permite una gestión más eficiente y precisa.

Conclusión

La bioseguridad integral no es solo un conjunto de medidas, sino una estrategia que requiere planificación, implementación y mejora continua. Con un enfoque en las "3B", los productores porcinos pueden minimizar riesgos, proteger sus instalaciones y garantizar la sostenibilidad del sector. Este enfoque no solo protege la producción actual, sino que también promueve un entorno más seguro y resiliente para el futuro.

Si desea saber mas sobre este tema, puede ver el siguiente video.